La personalidad de Derlis González, siempre a prueba

Paraguay's Derlis Gonzalez celebrates after scoring against Venezuela

- ¡No, Derlis..! No, Derlis, nooooo!

Ni el griterío de las casi 31.000 personas en el estadio de Concepción pudo tapar el ruego de su compañero Víctor Cáceres. Con veteranos en el campo caso Roque Santa Cruz, Nelson Haedo Valdez o Paulo Da Silva, ¿cómo iba a tomar la responsabilidad él, un muchacho de 21 años?

Pero Derlis González jamás dudó. Apenas sancionada la mano de Thiago Silva, tomó el balón y decidió hacerse cargo del penal que podía darle el empate parcial a Paraguay ante Brasil por los cuartos de final de la Copa América 2015. Fue gol y 1-1. Luego alargue y penales.

Quizás por eso tampoco le tembló el pulso luego para pedir el quinto y decisivo remate de la serie, cambiarle el palo al arquero Jefferson y enviar a Paraguay a semifinales. Ahí volvió a demostrar una personalidad poco común para alguien de su edad.

La misma personalidad que necesitó minutos después del encuentro para lidiar con la noticia de la muerte de su tío Manuel, quien no pudo soportar la emoción de la clasificación y falleció de un infarto.

"Esa noche de la alegría a la tristeza en segundos. Éramos cercanos y sabía de su fanatismo, pero jamás imaginé algo así. Fueron muchas sensaciones encontradas", recuerda González a FIFA.com.

Tocar el tema ahora con González no es descabellado, ya que Brasil será uno de los dos rivales de Paraguay en la próxima doble jornada de las eliminatorias para la Copa Mundial de la FIFA Rusia 2018. "Está claro que, después de aquel día, cada partido ante ellos será especial. Me marcó en más de un sentido".

De promesa a realidad en crecimiento
En lo futbolístico, ese día en Concepción y ante una potencia como Brasil, González pareció dejar atrás eso de "ser la gran promesa del fútbol paraguayo" para convertirse en realidad. "Salvo el grito del Topo Cáceres, nadie objetó que pidiera el penal. Me dio una gran confianza. ¡Y el Topo lo festejó más que nadie!", aclara con humor.

Hasta la Copa América, González era aquel delantero que debutó a los 15 en el humilde Rubio Ñú, anduvo bien en la selección juvenil que disputó la Copa Mundial Sub-20 de la FIFA Turquía 2013 y emigró tempranamente al Benfica portugués, pero también el que pidió volverse a Paraguay cuando fue papá de Karimí, su primera hija.

Si bien es cierto que relanzó su carrera en Guaraní y Olimpia, y por eso regresó a Europa, al Basilea suizo, tenía como cuenta pendiente hacerse un lugar en la selección mayor. Incluso sus primeras apariciones con la Albirroja en 2014 parecían lejanas en el tiempo hasta que Ramón Díaz lo citó para la Copa América, donde Paraguay terminó cuarto.

El seleccionador tiene que ver en el buen presente de González. "Siempre fui media punta y me sentí cómodo jugando suelto, junto a un nueve de área. Pero Ramón me prefiere por derecha y allí voy sin dudarlo, no tengo problemas en adaptarme", dice el hábil futbolista diestro de 1,72 metros de altura, igual de efectivo para llegar al gol que para dar asistencias.

De hecho en el Dínamo de Kiev, el club lo transformó tras la Copa América en el segundo fichaje más en la historia de Paraguay, González destaca por la banda izquierda. "Es otra posición pero me sirve jugar a pierna cambiada. Al principio me costó porque en Ucrania hay menos espacios. Pero me sirve para crecer", dice el primer paraguayo en la liga ucraniana.

Análisis y objetivos
Y Díaz confía en González, quien ha sido titular en los cuatro partidos que Paraguay disputó hasta aquí en el clasificatorio para Rusia. Incluso anotó el gol de la victoria ante Venezuela en el debut, uno que tampoco olvidará. "Lo marqué el día del cumpleaños de mi tío. Si ves cómo la pelota me quedó servida, pareció ser una bendición enviada por él".

Su balance hasta aquí es positivo. "Siete puntos de 12 es una buen inicio. Ramón potenció nuestras virtudes y ahora trabaja las cosas a mejorar, como tener un poco más la pelota y aprovechar las situaciones ", analiza González, profundo admirador de... Roque Santa Cruz y Nelson Haedo Valdez. "De ir a verlos a la cancha a tenerlos de compañeros. Es un sueño cumplido".

Antes del especial duelo con Brasil en Asunción, Paraguay enfrenta al sorprendente líder Ecuador en Quito. "A mí no me sorprende tanto por la calidad de sus jugadores. Pero me gusta enfrentarlos ahora, después de la pausa, a ver si eso frenó el envión que traían", razona Derlis, quien celebró en vuelo el pasado 20 de marzo su cumpleaños 22.

Luego sí, a pensar en los brasileños. "Será distinto al partido de la Copa América. Están más afianzados, pero nosotros también. Quizás se conformen con llevarse un punto", imagina González, quién está a punto de ser padre de su segunda niña, Isabela. "Espero que no le ocurra nacer el día de Brasil", agrega risueñamente.

¿Y Paraguay? "Apuntamos a sacar los seis, aunque cuatro no estaría mal. Es importante ganar en casa, pero hay equipos que lograron resultados importantes de visitante, y te obligan a hacer lo mismo. No queremos volver a ver un Mundial desde afuera".

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